viernes, 14 de febrero de 2014

Día de los enamorados, a todos nos toca.

#DíaDeLosEnamorados #Niñas

"¿Cuánto me dijiste que está este? - A 10 mil están y el más grande a 80 mil, ya sabés mi hija"


"¿Hasta qué hora van a estar acá?
Hasta las nueve.
Ah! ... y ¿Desde qué hora están?
Desde las 4 estamos ya acá.
Pero sólo por hoy están tan temprano y hasta tan tarde, ¿Verdad?
Si, nosotras venimos a ayudarle a mi mamá a vender las rosas. Ayer ya estábamos también temprano, pero sólo venimos en fechas especiales. En el día delos enamorados, de la madre, de la amistad, por ejemplo. Porque vivimos lejos venimos temprano.
¿Y ustedes son hermanas?
Si! YO tengo 11 años y ella 10.

Así empezaron algunos niños hoy. Su inocente sonrisa me recordó que siempre hay esperanza.


miércoles, 29 de enero de 2014

Son cosas que me gusta contar...

En estos días estuve con muchas ganas de escribir, en realidad que siempre escribo para el diario en donde trabajo actualmente, si!!! Empecé a trabajar y ya van a ser tres meses en donde estoy aprendiendo muchas cosas y sobre todo haciendo lo que me gusta, periodismo en prensa escrita. 

Las oportunidades de conocer muchos lugares fueron y siguen siendo muchas, la oportunidad de conocer gente bondadosa, gente humilde, gente soñadora, gente trabajadora, gente olvidada, gente sacrificada, en fin, miles de personas que luchan por lo que quieren, luchan por sus sueños y sobre todo por la justicia.

Es increíble el poder escuchar historias de personas que siempre están frente a nosotros pero nunca les vemos, personas que siempre nos escuchan aunque no les hablemos y personas que lucha y nos ayudan sin darnos cuenta y más increíble es haber tenido ya un buen tiempo para hacer esto, conocer personas y lugares que nunca voy a olvidar aunque parezcan insignificantes, cada entrevista que estuve haciendo tuvo algo que va quedar en mi mente para siempre. 

También es increíble cómo la gente confía y cree en la prensa, cuando te piden ayuda a la hora de reclamar alguna injusticia, la esperanza que depositan en tu trabajo o en el periodismo en sí. Aunque muchas veces nos sintamos muy poderosos sabemos que no siempre vamos a lograr cambiar las cosas y menos cambiar el mundo, pero aún así tratamos de que esa esperanza depositada en nosotros pueda mostrar algún logro, alguna ayuda a esos que todavía confían en nosotros.

Hacer periodismo no es nada fácil, tanto para encontrar la verdad o para buscar la historia que coincida con el interés de los lectores del diario, no es nada cómodo caminar todos los día sbajo el sol buscando cosas que contar, pero la satisfacción al ver tu nota publicada no tienen precio y que te digan "gracias" al día siguiente. 

Y, si bien es cierto, que el periodismo está muy prostituído y sin profesionalismo, todavía quedamos algunos que queremos buscar la verdad, contar historias desconocidas y bonitas, historias de ejemplos de vida y escuchar por los sueños de muchos, todavía quedamos esos que soñábamos con cambiar el mundo, y digo sañábamos porque muchos dejamos de hacerlo aunque la esperanza nunca muera.

Y es que el periodismo es en el fondo, una utopía...



Durante mis crónicas. la primera foto con mi compañero, fotógrafo Roberto Zarza y la segunda con los niños durante una nota que hizo una compañera. 


miércoles, 28 de agosto de 2013

La Educación y los educadores, un problema social.

Qué personas más miserables son los que juzgan a los docentes que se manifiestan sin estar bien informados y encima les tachan de haraganes.
Me molesta mucho la gente ignorante que opina por opinar, o que cree que por ser estudiantes universitarios saben más que los docentes que enseñan a sus hijos, sobrinos o primitos. Siendo que en manos de estos docentes está el aprendizaje de esos niños, gracias a ellos saben leer y escribir, saben sumar y restar, multiplicar y dividir, y en muchos casos les habrá tocado profesores que hasta les sirvieron de inspiración para seguir una carrera o una profesión.

Es cierto que la educación es un derecho pero ¿Acaso los docentes no tienen también derecho a una jubilación más digna? Y si vamos a hablar de derechos hace muchos años los derechos de estos profesionales han sido pisoteados, al igual que el derecho de los jóvenes a estudiar. El problema no es sólo las clases perdidas sino el sistema de educación que tenemos, la poca inversión para la Educación, el poco interés por parte del Gobierno sobre la educación, y por sobre todo la malversación de fondos y la corrupción reinante en todo nuestro país; y la solución no es callarnos y seguir aguantando a que se burlen de nosotros.

Me pregunto ¿Cómo es que el MEC no tiene presupuesto para los docentes pero sí para los funcionarios administrativos de los Ministerios, o para reservar un espacio en los periódicos para avisar que serán descontado su salario? Y me parece más estúpida la gente que apoya que se les descuente porque no trabajaron, algunos hasta dicen que están con ellos pero que se está perdiendo clases y deberían ver otra forma de solucionar, pero cómo van a solucionar si la misma ministra se niega a dialogar y llegar a un acuerdo, y hay que recordar también que la huelga y las manifestaciones también son un derecho del trabajador.

No solo los niños y jóvenes pierden, los propios docentes que vienen de lejos, del interior y a pasar la noche con frío para reclamar sus derechos y una justa jubilación, ellos también pierden y gastan tiempo y hasta su salud. Para muchos, los docentes deben callarse no más, ya que no  hacen nada.

Por otra parte esos jóvenes que solo dicen que quieren estudiar, y que les molesta la huelga por perder clases no les creo, porque si fuera así debieron informarse antes por qué están peleando los docentes, que es por la Educación, y además, ¿A quién quieren engañar que se mueren por estudiar? Si cuando somos adolescentes todos queremos joder y vagar por ahí. Éstos son adolescentes manipulados por sus propios padres. Aunque estoy de acuerdo con que reclamen también pero reclamen al Gobierno, no a los docentes, y lo mismo les digo a esas comisiones de padres que pretenden manifestarse en contra de los docentes si esto continúa, estos padres son los que nunca fueron maestros, nunca enseñaron nada o que creen que de esa forma, enfrentándose con los docentes, que dicho sea de paso son los que les enseñan a sus hijitos, creen que van a solucionar. A ustedes padres infórmense bien antes de reclamar y reclamen a quién tienen que reclamar y no a quienes se les cruce primero.

Ser Profesor en Finlandia es lo más alto a lo que se puede llegar a ser,profesionalmente pero ser docente, en Paraguay es mendigar por tus derechos, y que todo el mundo se ponga en tu contra, porque solo ellos saben lo que es enseñar, aguantar a esos niños akahata partida, buscar la forma de llegar o que llegue lo que se quiere enseñar, recibir un sueldo miserable por todas las horas de clases y que lleves parte de tu trabajo a tu casa, porque el trabajo de un docente no termina en las aulas. Claro, por eso nadie quiere ser docente, y todos quieren ser ingenieros, médicos o abogados. 

martes, 20 de agosto de 2013

Qué complicado es el negocio de la vida.

Es tan complicado el negocio de la vida, cuando le dedicas todo el tiempo que tenes a un sueño, porque te dijeron que hay que luchar por los sueños y al final nunca sabes si vas a lograrlo, o lo alcanzas y pensabas que así ibas a ser feliz, pero resulta que no te sentís feliz.

Tanto nos complicamos que me vienen tantas preguntas a la cabeza: ¿Para qué hacemos planes si sabemos que el futuro nunca es seguro? ¿Para qué nos esmeramos estudiando una carrera si sabemos que mañana mismo podemos morir? ¿Para qué soñamos si el presente es la vida que tenemos?... son tantas preguntas sin respuestas, y tantas cosas que seguiremos haciendo sin saber por qué.

Nos matamos trabajando y algunos hasta se dan el lujo de ahorrar pensando en un futuro, invertimos nuestro dinero en planes para el mañana, y el presente no disfrutamos al cien por ciento, todo porque el mañana es más importante, cuando el mañana muy pronto se vuelve ayer, y el ayer ya no podemos cambiarlo, solo recordarlo.

Nos cuidamos demasiado porque tenemos miedo a equivocarnos, o tropezar con la misma piedra de ayer, lo que nos pasó alguna vez nos dolió y no queremos volver a pasar por lo mismo y nos cerramos a nosotros mismos, nos negamos a la oportunidad de volver a equivocarnos con el propósito de aprender más cada vez, nos olvidamos que somos humanos y equivocarse es una cualidad nuestra.

Y la vida se vuelve más difícil cuando volver a confiar en la gente es un desafío de todos los días, y cuando lo hacemos, nos traicionan de vuelta, y a veces, de las persona  menos esperada. Todo se complica más aún a medida que crecemos y abrimos los ojos a la verdad y es preferible la verdad a que nos mientan, pero cuando sabemos la verdad nos duele, qué complicados somos, y lo que duele no es la verdad en sí, sino que no sea como nos gustaría.

Decimos siempre “yo en su lugar haría esto”, pero cuando nos toca algo difícil hacemos lo contrario sin saber por qué, y es que las cosas nunca son seguras en el negocio de la vida ni nuestros propios actos. Nos movemos por el sentimiento, nos alegramos en el presente por un rato y nos amargamos por el pasado, que ya no volverá. 

martes, 6 de agosto de 2013

¡Nos estamos despertando!

Hace un mes tenía unas ganas inmensas de escribir sobre varias cosas y lo dejé pasar pero voy a hacerlo ahora aunque ya no con las ideas que tenía, pues ya no recuerdo perfectamente.

En estos meses estuve adentrándome más en una organización internacional que lucha por los derechos humanos y fui conociendo gente muy buena, muy consciente de la realidad y muy positiva, así que también me manifesté más, como ya lo iba haciendo el año pasado a través de las redes sociales, contra todo tipo de injusticias, lo que me llevó también a querer participar en una manifestación de mis compatriotas, cosa que siempre quise hacerlo desde la época del “Primero de Marzo”, cuando era muy pequeña y no entendía todavía lo que pasaba en mi país. Esta vez invité a varias personas a través de las redes y fui a manifestar mi repudio contra los parlamentarios que aprobaron a medias una ley tan estúpida, en la que un diputado podía jubilarse en cinco años percibiendo un salario multimillonario cuando los docentes están peleando por una jubilación después de 25 años y por un mísero sueldo. Mi experiencia allí fue más que buena ya que nunca había visto a ancianos manifestándose, siempre veía jóvenes que reclamaban por esta injusticia, pero me llamó y me tocó en el fondo del corazón ver a varios ancianos en esta manifestación.



Era un día frío y mi mamá, como siempre no quería que vaya, pero me venía a la memoria las frases que había escrito en las redes y mi posición acerca del tema, y habría sido una gran incoherencia si no iba a manifestarme por culpa del frío. La idea no era solucionar lo que nos parecía injusto sino manifestar nuestro repudio hacia estos diputados y senadores, que se sienta nuestra vos, sumando la mía con todos, así que fui.


En una de esas todos coreamos canciones como “Patria Querida” y cada vez se volvía más sentimental y patriótica la situación, era contagiante la energía de todos los jóvenes presentes en la plaza, el frío ya i se sentía, todos querían hablar a través del micrófono, y lo hacían por turno, cuando una anciana agarró el micrófono y habló, contó brevemente su historia diciendo que era maestra hace años y que hasta ahora sigue esperando su jubilación para cobrar una miseria por enseñar tantos a los que tal vez hoy estén allí arriba, pero no pudo terminar de hablar porque empezó a llorar. Fue algo que a lo mejor no haya salido en la televisión, pero nunca voy a olvidar, me dió tanta rabia y me sentí tan impotente al verle llorar y no poder hacer nada por ella. Así me comprometí a mí misma a hacer algo por este país desde donde esté, haciendo lo que me gusta, ayudando y sobre todo tratando de cambiar, no el mundo, pero sí la mentalidad de muchos paraguayos y de los que quieran un mundo mejor, todos podemos cambiar desde donde estemos, solo tenemos que despertarnos antes para levantarnos y resistir para seguir y... algún día algo va cambiar, algo bueno va llegar. Sólo eso falta, despertarnos, y lo estamos haciendo. Y eso me demostró que los paraguayos ya estamos dando el primer paso... ¡Nos estamos despertando!

viernes, 12 de julio de 2013

Los siete meses más largo de mi vida

Antes de contar la gran odisea que uno debe pasar en Paraguay para encontrar empleo, me gustaría decir que ya no sé hacia dónde voy y en qué lugar iré a parar. Este difícil camino lleno de desilusiones, desesperaciones, decepciones y además de mucho cansancio, estrés y sobre todo depresión, tuve que iniciar hace siete meses cuando mi jefa, en ese entonces, me despidió. Con unas palabras “cordiales” y un abrazo cínico me dijo que ya no podía seguir trabajando ahí y que “enseguida” conseguiría otro empleo.

Así que tuve enfrentar la difícil tarea de contarle a mi familia y sobre todo a mi mamá,  que me despidieron y lo peor de todo que no había razones para que me despidieran más que los roces y las diferencias que teníamos mi ex jefa y yo. Ese día no dimensioné mucho lo que me estaba pasando y menos que a estas alturas podía seguir sin trabajar. Como ya tenía ganas de salir de vacaciones y estaba cansada de trabajar allí me vino bien pero no dimensioné los efectos que tendría en mi vida y sé que ella (mi ex jefa) tampoco lo hizo, ni pensó en todo el daño que podría causarme ahora, pero todo se paga en esta vida. Ahora la veo en un programa televisivo, la veo tan infeliz como siempre y sé que algún día tendremos que volver a vernos la cara, algún día la rueda de la vida va ponerme arriba y a ella abajo.

Bueno, como estaba contando empecé este difícil trayecto con muchas esperanzas siendo que ya tenía experiencia laboral en el área de comunicación y periodismo, que es mi carrera, pero pasó un mes y ya comencé a sentirme mal, luego pasaron dos meses y ya pedía a todos que me avisaran cualquier anuncio que lean por ahí sobre algún puesto de trabajo, y como tengo muchos amigos, me enviaron mensajes a mi cel, al Facebook, al mensaje directo del Twitter, de todos lados recibí el apoyo de mis amigos, de mis compañeros de facultad, mis ex compañeros de trabajo y a todos les agradecí, pero sólo a algunos les comenté lo mal que se siente estar así, ver que tu familia no puede con todos los gastos de la casa, tener hambre en las mañanas que no hay ni un solo pan para desayunar, sentir esa impotencia de querer ayudar a tus padres, a quienes les debo todo, ver ese desgano de tu papá cuando lo que trae a la casa no alcanza y yo sin poder hacer nada, y escuchar todos los días el reproche de mi mamá por haber sido tan chocante con mi ex jefa, por no haber sido más sumisa con ella y aguantar el horario que cumplía por más tiempo y por reclamarle muchas cosas que a mí me parecían injustas.

No es nada fácil seguir adelante, mantener la fé y la esperanza cuando las puertas del trabajo de tu propio país se te cierran en la cara. Y me cuesta admitir que rechacé como dos propuestas de trabajo porque no me sentía segura de poder hacerlo, es decir por miedo. Ahora, miro hacia atrás y me pregunto ¿Por qué tuve tanto miedo si yo me preparé para realizar este tipo de trabajo, porque sería algo nuevo, porque soy una persona insegura que no confío de mí misa? Y daría todo por volver a ese tiempo y aceptar con mil gusto aquél empleo. Pero no puedo retroceder el tiempo, y ahora me queda tratar de seguir para adelante, y de la misma forma con que inicié este camino tengo que volver a tener esperanzas.

Así como anteriormente comenté, envié a varias partes mi C.V. algunos lugares me llamaron, me entrevistaron y me dieron muchas esperanzas, pero terminaban diciendo “cualquier cosa, te llamamos en la semana” y me quedaba esperando, como dice mi papá “esa llamada que nunca llega”, o en otros casos me enviaban por correo algo así “Muchas gracias por enviar su curriculum pero hemos elegido a otra persona, lo tendremos en nuestra base de datos”, y así pasaron unos meses, cuando en una ocasión envié por mail a un correo que me recomendó un amigo y un momento después me respondieron pidiendo que me presente al día siguiente en un lugar para una entrevista y una práctica, me preparé y practiqué toda la tarde porque era para una radio nueva, al día siguiente me levanté temprano y me fui, me bajé del bus y tuve que caminar como ocho cuadras, busqué la dirección y no encontré, pregunté a varias personas y luego de mucho encontré la calle y la numeración, era una casa que no se terminó de construir y se abandonó, luego llamé al número que me dieron de la supuesta radio y me atiende una mujer que parecía ser una empleada por su forma de hablar, luego me pasan con el supuesto jefe y me dice que me acerque y que solo toque el timbre, y volví a ir pero la numeración era de la casa abandonada de igual forma toqué el timbre de al lado y nadie salió, por lo que me sentí una ESTÚPIDA pero con mayúscula, me dio tanta rabia que me haya ido hasta ahí, sin pensar siquiera que podría haber sido una persona que realiza tratas de personas, o algún delincuente que se aprovecha de las personas que buscamos trabajo, ¿Cómo no me dí cuenta que nada era seguro ya que no tenía ni el nombre de la futura radio, y el correo era personal? Decepcionada de mí misma y enojada con la vida volví a casa.
Así también antes de esto fui a un casting de la televisión pública con alguna esperanza pero salí más decepcionada de mí por mi mal desempeño en la prueba de cámaras y me lamento hasta ahora no poder cumplir el sueño de mi mamá que es verme en la tele.

Lo último que me pasó, no sé si sentir rabia o lamentarme, recibí una llamada de una persona que dijo ser vecino de telefuturo (canal de televisión), mi mamá le atendió, y le preguntó por mí ya que yo no me encontraba en la casa, ella le comentó que todavía estoy buscando empleo y que mañana le devolvería la llamada, y así lo hice, mi mamá estaba tan esperanzada y yo más o menos, porque esta vez si desconfié de la llamada que fue a la anoche. Al fin me dispuse a devolver la llamada y me atendió un hombre, aparentemente de edad adulta mayor, rondando por los 45 años y resultó que no era nada del canal, sólo vivía cerca y solía hablar con los periodistas de ahí y que supuestamente él podría darme una mano, al escuchar eso sólo quise reírme de mí, de él de mi vida en fin, de todo. Hasta ahora no sé si fue realmente una persona con buenas intenciones que quería echarme una mano o sólo quería burlarse de mí, etc. Ese mismo día también fui a una entrevista para un diario, me hicieron una prueba y yo sentí que le gustó mucho a la persona que me tomó la prueba, luego me dijeron que llevara mis papeles para el día siguiente, les llevé hasta mi antecedentes policiales y me fui puntualmente para que luego me dijera “cualquier cosa, te llamamos”!!! Y así estoy cumpliendo siete meses de luchar contra este sistema de “amiguismo” para entrar por mis propios méritos a algún lugar donde trabajar haciendo lo que me gusta, pro creo que terminaría haciendo lo que pueda para ayudar a mis padres y en cualquier momento salir de este país que les cierra las puertas a sus propios compatriotas.


Son siete meses de desempleo, siete meses de estrés, de depresión, de frustración, de inseguridad y de cansancio. Siete meses que parecen siete años, son los meses más largo de mi vida, y uno de los peores años, pero aún así sigo creyendo en Dios, sigo teniendo esperanza de que algo mejor vendrá, y recordando siempre esta frase “Lo bueno se hace esperar”. Y la frase que leí ayer del papa “Dios le da las batallas más difíciles a sus mejores soldados”. Algo mejor va venir y mirando a otras personas no puedo quejarme de mi situación porque todavía tengo una familia, una casa donde dormir cuando hace frío y amigos que están siempre para darme fuerzas. 

miércoles, 22 de mayo de 2013

Paraguay, un país conformista y vacío

Duele admitir pero hay que reconocerlo, el mayor problema del paraguayo para cambiar nuestro país es el conformismo. Mientras la minoría lucha por injusticias, por los derechos pisoteados, la gran mayoría se queda conforme mientras tenga algo que comer y donde vivir. Mientras no nos toquen, mientras no suframos  nos quedamos callados ante las noticias que vemos en nuestro día a día, aveces hasta llegamos a sentirnos vacíos, sin sentimientos, talvez. 

Y lo que es peor es que cada mes de mayo muchos se atreven a usar la escarapela, como si eso lo hiciera  más patriota. Y me refiero a las autoridades que sin ni una gota de vergüenza en estas fechas (fecha de la independencia del Paraguay, 14 y 15 de mayo), se dieron el lujo de cantar el Himno Nacional y desfilar como se hizo costumbre cada día festivo por las calles de Asunción. Estos no son patriotas y mucho menos héroes para celebrar la independencia paraguaya, son los mal llamados "representantes del pueblo" que cada día nos roban por donde sea. Y quiero dejar claro que esos caraduras que les gusta hacerse de los héroes no son más que los responsables de tanta miseria en este país. Pero tampoco podemos echarles la culpa de todo a ellos, la culpa es también nuestra, por dejarnos engañar una vez más cada 5 años por un discurso, o lo que es peor, no nos dejamos engañar, simplemente nos vendemos por un asado, por uno guaraníes, y por tantas cosas más. ¡Si! es también nuestra culpa, y aunque no sea yo la que se haya vendido, ni la que se dejó  engañar, también formo parte de la responsabilidad porque dejé que los otros hagan lo que quieran, o no actué lo suficiente para cambiar a los demás y me dejé llevar por la indiferencia. (me viene a la memoria un comentario de una amiga que nunca votó, que decía más o menos así "Yo no me meto en la política porque siempre trabajé en empresas privadas y no me afecta", Dios mío! Me quedé boquiabierta! Claro que te afecta, todas las decisiones que se toman en el congreso influye en tu vida, en tus estudios, en tu salud, en tu compatriota, el que está a tu lado luchando para sobrevivir, todo eso es tu patria!) Esos pensamientos son los que hay que cambiar. 

Paraguay es un país tan sufrido y tan manipulado que nos cuesta defender nuestros propios derechos, agradecemos cada vez que nos dan atención gratuita en los puestos de salud, cuando esto es una obligación del Estado, nos alegramos cuando hay cámaras de seguridad en las plazas siendo que la seguridad es una de las primeras obligaciones del Gobierno para con nosotros, y para rematar le echamos la culpa a los profesores escolares cada vez que se suspenden las clases y hacen una huelga, cuando es una miseria lo que cobran, y con las estúpidas pruebas que tienen que rendir los maestros para obtener una cátedra es una burla. Nos organizamos para juntar abrigos cada invierno a los indigentes, a los niños de la calle y los que necesiten creyendo que es una solución, y claro que es un solución de urgencia, pero lo que realmente va solucionar esto y los miles de problemas más somos nosotros, luchado por los derechos, por la justicia, por normas que se cumplan, luchar por que cada joven pueda cumplir su sueño de estudiar, de hacer su familia en su país, sin necesidad de ir a España a aventurar su futuro y desmembrar su familia. 

La pregunta que siempre me hago es ¿Cómo hacerlo?, ¿Yo sin ser prácticamente nadie? Y me siento tan impotente, tan frustrada al buscar una respuesta. Cuando veo a los niños mendigando en las calles, a otros cantando hasta las 10 de la noche con el frío, o cuando veo a tantos jóvenes trabajando hasta tarde por una miseria para poder estudiar en la facultad siendo que debería ser gratis. Y la falta de oportunidad laboral que debemos atravesar los jóvenes y más aún los que ya somos profesionales, esa falta de motivación cuando ves que todo gira alrededor del "amiguismo" tanto en lo público como en lo privado. Bueno, mi respuesta es no dejar tu país porque yendo lejos no solucionas estos problemas, pero ahí está el pequeño detalle que es lo que empuja a los demás a irse al exterior, que de tantas puertas que se te cierran cansa y duele en el alma. Duele prepararte 5 años para ser un profesional y ver que las puestas se te cierra cuando no tenes un llamado "padrino", duele ver que no sabes cuál va ser tu futuro en tu país porque acá un extranjero vale más que un paraguayo, duele tanta injusticia y tanta sinverguencía que te abofetean en la cara. 

A pesar de todo no tenemos que perder la fe, y a aunque sigan aquí los que compran votos en épocas de elecciones, los coimeros, los corruptos, siempre habrá una minoría luchando en contra de éstos y algún día van a cambiar el país, porque el conformismo también tiene su límite, y el hambre y la sed no siempre es de comida y agua, sino justicia.