miércoles, 29 de enero de 2014

Son cosas que me gusta contar...

En estos días estuve con muchas ganas de escribir, en realidad que siempre escribo para el diario en donde trabajo actualmente, si!!! Empecé a trabajar y ya van a ser tres meses en donde estoy aprendiendo muchas cosas y sobre todo haciendo lo que me gusta, periodismo en prensa escrita. 

Las oportunidades de conocer muchos lugares fueron y siguen siendo muchas, la oportunidad de conocer gente bondadosa, gente humilde, gente soñadora, gente trabajadora, gente olvidada, gente sacrificada, en fin, miles de personas que luchan por lo que quieren, luchan por sus sueños y sobre todo por la justicia.

Es increíble el poder escuchar historias de personas que siempre están frente a nosotros pero nunca les vemos, personas que siempre nos escuchan aunque no les hablemos y personas que lucha y nos ayudan sin darnos cuenta y más increíble es haber tenido ya un buen tiempo para hacer esto, conocer personas y lugares que nunca voy a olvidar aunque parezcan insignificantes, cada entrevista que estuve haciendo tuvo algo que va quedar en mi mente para siempre. 

También es increíble cómo la gente confía y cree en la prensa, cuando te piden ayuda a la hora de reclamar alguna injusticia, la esperanza que depositan en tu trabajo o en el periodismo en sí. Aunque muchas veces nos sintamos muy poderosos sabemos que no siempre vamos a lograr cambiar las cosas y menos cambiar el mundo, pero aún así tratamos de que esa esperanza depositada en nosotros pueda mostrar algún logro, alguna ayuda a esos que todavía confían en nosotros.

Hacer periodismo no es nada fácil, tanto para encontrar la verdad o para buscar la historia que coincida con el interés de los lectores del diario, no es nada cómodo caminar todos los día sbajo el sol buscando cosas que contar, pero la satisfacción al ver tu nota publicada no tienen precio y que te digan "gracias" al día siguiente. 

Y, si bien es cierto, que el periodismo está muy prostituído y sin profesionalismo, todavía quedamos algunos que queremos buscar la verdad, contar historias desconocidas y bonitas, historias de ejemplos de vida y escuchar por los sueños de muchos, todavía quedamos esos que soñábamos con cambiar el mundo, y digo sañábamos porque muchos dejamos de hacerlo aunque la esperanza nunca muera.

Y es que el periodismo es en el fondo, una utopía...



Durante mis crónicas. la primera foto con mi compañero, fotógrafo Roberto Zarza y la segunda con los niños durante una nota que hizo una compañera.