Vivir en Asunción es todo un arte.

Definitivamente vivir en Asunción no es nada fácil, el sólo respirar cuesta. Y no me refiero al dinero sino al aire que tan contaminado respiramos y que consecuentemente repercute en nuestra salud.
El querer descansar es un sueño inalcanzable, la contaminación sonora es inaguantable; cuando uno se dispone a escuchar una buena música el resultado es una mezcla de cumbia-cachaca-reggaeton-electrónica, ya que los "vecinos" o trabajadores de la ciudad y los que piensan que viven solos en este mundo, escuchan hasta reventar los bafles, y los que son individualistas que escuchan sus mp4 o celulares en alta voz, nos dan una mensaje de que si quieres silencio y paz, o por lo menos escuchar el ambiente de afuera, vete a otro lado.
Nuestros días pasan volando, empezando por la mañana que hay que pasar por toda una odisea para llegar al trabajo, hay que prepararse rápido y parada, ¿desayunar?...si hay tiempo, y correr hasta la parada para alcanzar nuestro dichoso bus, si nos retrasamos nos preparamos para esperar unos 40 minutos más como mínimo para el próximo bus, que con suerte podría estar más vacío que el anterior y así llegaremos tarde a nuestro destino, que a todo esto se suma aproximadamente una hora de viajar parado, apretujado y con dolores de cabeza y piernas en el colectivo, vivir esto diariamente en realidad es todo un arte.
Siguiendo el día en Asunción, llegamos al mediodía con hambre, sueño, cansancio y nervios hasta los pelos que almorzar raras veces lo hacemos. Y llegamos a la noche estresados sin ganas de compartir con los demás. Vivimos juntos pero aislados.
Si empezara a hablar de las calles, los buses, las veredas, los tendidos electricos, o los niños en situación de calle, no terminaría nunca. Pero sí me gustaría expresar de lo pésimo que están las principales Avenidas de nuestra capital, como son Eusebio Ayala (Actualmente en "recomposicion "), que hace ya unos meses que está en estas condiciones, y Mariscal López, el cual resulta un caos transitar alli, donde por experiencia propia, viajar desde la Municipalidad hasta el centro toma mínimo unos 45 minutos, cuando tendría que ser sólo 30 minutos, esto no es sólo por el tráfico sino por las trabas que tienen los conductores con cada bache, etc.
Para finalizar y agregar al arte de vivir en Asunción, sólo me queda recordar la pésima condición de los buses que circulan nada menos que en nuestra querida Asunción, donde tenemos que aguantar los ruidos emitidos por las puertas y ventanas que caen a pedazos. Ah! y los motores que quién sabe cuánto tiempo de uso tienen, y como si fuera poco agregamos el mal humor de los conductores que dia a dia nos alegran el resto de la jornada.
Aguantar todo esto, y poder seguir sonriendo y disfrutar con los demás el poco tiempo que nos sobra en esta ciudad, que realmente amo, definitivamente es todo una arte.