lunes, 9 de abril de 2012

De los errores...

Muchas veces decimos cosas sin pensar, otras pensamos mucho para hablar y al decidir hablar ya pierde  sentido. Aveces sin pensar hacemos cosas cuando no debimos hacer nada.

A medida que pasa el tiempo  no hacemos más que aprender de lo que habíamos errado, de lo que no habíamos reflexionado antes. Nos ponemos a pensar recién luego de un tiempo sobre lo que hemos dicho, hemos pensado o hemos hecho. Recién después de un tiempo sentimos que hemos fallado, o que hemos herido a los demás, y talvez sin querer, pero la herida ya está hecha y sólo nos queda aprender de esos errores.

Con el tiempo nos arrepentimos y nos resignamos a aquél error que cometimos, también nos culpamos de todo lo malo que hemos sido, pero si darnos cuenta que son errores que debemos cometer para aprender de ellos. Y es así que me di cuenta de todos mis errores que aunque me duelan, siempre me van a servir para recordar que no debo volver a cometer los mismos errores. Como cuando por envidia o simplemente inmadurez juzgue a varias personas por sus actos sin conocerlas personalmente. Recuerdo aquélla vez que no invité a una amiga a mis 15 años por inmadura nada más, y luego de un tiempo me envió una carta diciéndome lo mucho que le dolió el no haberla invitado. También recuerdo aquéllos días durante la academia de los bomberos cuando era muy dura al tratarle a una camarada porque simplemente era más ingenua e inocente, recién un tiempo después me dí cuenta de lo dura que era con ella y sin sentido alguno. Cuando no había ayudado a dos bomberos voluntarios para auxiliar a una víctima porque estaba apurada haciendo una gestión pero me quedé a observar cómo trabajaban, de eso estaré arrepentida toda mi vida tratando talvez de autojustificarme. Otra que viene a mi mente en este momento fue cuando era el cumpleaños de mi papá, y yo tan enamorada, si se puede decir enamorada, me fui a la facultad y llegué super tarde a casa, y me entero que mi papá me había estado esperando mucho tiempo hasta que no aguantó más y se fue a dormir, aparte de haber estado ya tomando, ese día nunca lo voy a olvidar, porque me dolió tanto el haberlo dejado así, y aprendí que siempre primero estará mi familia, pase lo que pase.

Aveces nos duele recordar la realidad que vivimos y la que hemos pasado en algún momento, como cuando un día había llegado a casa, con un nuevo look, me fui al fondo de la casa para mostrar mi corte de pelo pero cuando le hablé y le mostré lo hice al pedo porque mi papá estaba tan en pedo que se quedó dormido en el sillón, luego de un instante me percaté que estuve hablando al aire, ya que nadie más estaba.

Así tantas veces fallamos y tantas veces no culpamos sin aceptar que somos humanos y talvez esos errores son necesarios para crecer y aceptar que los demás también pueden lastimarnos, sin querer, o talvez sin darse cuenta. 

Si tuviera la oportunidad de volver en el pasado o por lo menos de poder aclarar las cosas que me equivoqué o de pedir disculpas a las personas que herí lo haría, pero el tiempo ya se encargó de eso y ahora quizás ya no sirva de nada, si llamo a la amiga  a quien no la había invitado a mi 15 años, talvez me diga que eran cosas de adolescentes o talvez ya ni lo recuerde, o si pido disculpas a a mi papá por haberle dejado plantado en su cumples es muy probable que tampoco lo recuerde, y así el tiempo va sanando las heridas pero el dolor que algunas veces causamos talvez no lo olvidaremos nunca, los que cometemos los errores, los que lastimamos, sin querer o no, somos los que con el tiempo nos damos cuenta del dolor y no olvidaremos, sin embargo los que fueron heridos, al contrario de nosotros con el tiempo se van olvidando de   las heridas. 

Pero una cosa que todavía debemos aprender es que los errores nunca son para mal, que uno nunca elige equivocarse y que aceptarlo es parte del aprendizaje.
Aprender a aprender es tarea de todos los días y aceptar nuestros errores para no volver a cometerlos es tarea que lleva su tiempo. 

De los errores se aprende...

No hay comentarios:

Publicar un comentario